Primeras impresiones de los nuevos Galaxy S8 y S8+.
Los seguidores de Samsung tenían una cita pendiente con el fabricante desde que el Note 7 desapareciera del mercado por las explosivas razones que todos conocemos. Y si han estado atentos a los rumores que han ido apareciendo a lo largo de estas últimas semanas, prácticamente conocerán al teléfono por completo. ¿Por qué? Pues porque casi toda la información era correcta: pantalla curvada sin biseles, lector de huellas trasero y sin botón home.
El diseño es impresionante
Samsung ha vuelto a demostrar que le tiene cogido el punto a eso de la pantalla curvada. El cristal vuelve a conseguir un nivel de integración total con el cuerpo metálico, y en esta ocasión casi no apreciarás ningún reborde. Si pensabas que estéticamente presenta pocas novedades respecto al S7, te equivocas. Cuando lo tienes en la mano puedes comprobar que la pantalla es increíble, abarcando muchísima superficie del frontal y sintiéndose súper cómoda.
Debes de tener en cuenta que el tamaño se ha incrementado hasta las 5,8 y 6,2 pulgadas para los S8 y S8+ respectivamente, pero gracias al aprovechamiento de la superficie el teléfono no se siente más grande que las anteriores versiones. El panel tiene una resolución de 2.960 x 1.440 píxeles en ambos casos, y ahora las esquinas de la pantalla son redondeadas, consiguiendo un aspecto todavía más uniforme y elegante a la vista.
Prestaciones máximas sin elemento diferenciador
Como siempre, el teléfono llegará con procesadores diferentes según mercado, teniendo un Snapdragon 835 en Estados Unidos y un Exynos de ocho núcleos para Europa, aunque ambos incluirán 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento interno. La cámara aparentemente es la misma del S7, con 12 megapíxeles, apertura f/1.7 y tecnología dualpixel, aunque Samsung asegura que el procesado de las imágenes será diferente y se obtendrán mejores colores y mayor claridad.
Algo que sí ha cambiado es la cámara frontal, con 8 megapíxeles y un sistema de enfoque facial que conseguirá sefies nítidos. Además, se han incluido efectos similares a los que ofrece Snapchat e Instagram, algo muy a la moda pero que aporta más bien poco. Todo sea por echar unas risas en los primeros días de vida del terminal.
Tranquilo, los S8 siguen incluyendo un puerto para auriculares y ranura para tarjetas microSD. La memoria la podremos ampliar con tarjetas de hasta 256 GB, y en cuanto al agua, sin problemas, seguirá siendo resistente al agua y polvo como sus hermanos. ¿Una nota negativa? El sensor de huellas. Samsung ha retirado el botón físico (hablaremos a continuación de ello) para conseguir mayor espacio de pantalla, así que se ha visto obligado a colocar el lector de huellas en la parte trasera. El problema llega con su colocación, ya que se encuentra a la derecha de la cámara, una posición que nos llevará a tocar la lente de la cámara en numerosas ocasiones. Lo ideal sería colocar el sensor en la parte central, bajo la cámara, como hacen otros fabricantes.
Probablemente la razón de esa decisión se deba a la incorporación de un lector de iris, como ya hizo el Note 7. Este método de identificación es bastante rápido, y también seguro, por lo que las intenciones de Samsung podrían ser la de eliminar el lector de huellas y apostar por la lectura de ojos.
Grande a la vista, cómodo en la mano
El excelente trabajo realizado por Samsung en el diseño permite que el S8 se sienta un escalón por encima respecto al G6 de LG incluso teniendo el mismo tipo de pantalla (sin curvas, eso sí). Ahí también Samsung sale ganando gracias a su panel AMOLED, ahora con tecnología HDR, por lo que disfrutaremos de imágenes con alto rango dinámico que nos dejarán con la boca abierta.Sí, el bóton home ha desaparecido para dejar más espacio a la pantalla. Entonces, ¿cómo volvemos a la pantalla principal cuando estamos dentro de una aplicación? En su lugar tendremos un botón virtual en la pantalla que hará su función, pero que no siempre aparecerá para no volver a restar tamaño a la pantalla con un recorte en negro. Para permitir hacer uso de ese botón sin necesidad de mostrarlo, Samsung ha incluido una tecnología háptica muy parecida a 3D Touch que servirá para pulsar el botón sin importar en qué aplicación o menú estemos.
Es una función un tanto extraña, ya que podemos hacer lo mismo tocando una vez la pantalla y pulsando sobre el botón que aparece sobre la misma. Según Samsung, la tecnología de pulsación sirve para ahorrarnos ese punto y poder pulsar el botón de inicio de una vez. Sinceramente, nos sabe a poco. Si lo comparamos con 3D Touch, la superficie táctil con vibración se limita a la zona centrar del bisel inferior (donde estaría el botón de inicio), mientras que en el terminal de Apple está disponible en toda la pantalla. Y no, los botones de menú y atrás no ofrecen esta sensación de botón virtual, se limitar a regalar una pequeña vibración háptica como la que estamos acostumbrados a notar hasta ahora.
Bixby a tu servicio. Pero con problemas.
La presentación de los nuevos S8 llega también abanderada por la llegada del asistente virtual de Samsung, que se estrena por primera vez con estos nuevos terminales. Con el nombre de Bixby, este ayudante será capaz de ofrecernos control del terminal sin necesidad de tocar la pantalla. Desde ajustar el brillo, el modo avión, cambiar el fondo de pantalla, buscarnos un producto en internet o identificarnos un monumento de una ciudad. Bixby hará de todo, pero su lanzamiento estará bastante limitado, ya que llegará únicamente en inglés y coreano, teniendo previsto aprender a finales de año «español para el público de Estados Unidos».
Bixby apunta maneras, y parece bastante bien integrado en el sistema, ofreciendo así un sin fin de posibilidad. De todas formas, la falta de reconocimiento de idiomas (en nuestro caso el español) y la inexactitud con algunos resultados nos genera ciertas dudas sobre el servicio. Habrá que ver qué tal madura con el tiempo.
También como oficina móvil
Aprovechando el potencial del procesador y la memoria RAM, los nuevos S8 y S8+ son capaces de transformarse en equipos de sobremesa con la ayuda de un nuevo dock con puerto USB-C que permite conectar el teléfono a una pantalla HDMI y varios accesorios USB. Una vez conectado, la imagen que saldrá del terminal será una nueva interfaz basada en Android con aspecto de escritorio, donde podremos manejar ventanas con las diferentes aplicaciones, menús contextuales con el botón derecho del ratón, y reproducir vídeos mientras utilizamos Word o Excel.
El manejo y funcionamiento de este modo nos ha sorprendido gratamente, y ha demostrado ofrecer un rendimiento muy esperanzador sobre las posibilidades que ofrecerá este modo. Lamentablemente la base de conexión no se incluirá con el teléfono, así que habrá que adquirirla por separado.